Des de las Sierras de Cardó y el del Boix podemos disfrutar de unas vistas impresionantes del rio Ebro, en incluso del Delta del Ebro. Pero no es necesario subir hasta la cima de la montaña para disfrutar de este insólito rincón, ya que en el Valle de Cardó encontraremos un magnifico paisaje, diferente a lo que estamos acostumbrados a orillas del Mediterráneo.

La zona de Cardó es un lugar con mucha historia y muchas histórias. Su microclima, la riqueza de sus acuíferos y su inaccesibilidad hicieron que un grupo de monjes de la Orden de los Carmelitas Descalzos se instalaran aquí. Con los años construyeron un monasterio y un conjunto de 14 ermitas, cada una de ellas colocada en un rincón especial del valle. haciendo de cada una un espacio único. Estas mismas ermitas se utilizaron posteriormente como zona de curas y recreo, ya que el monasterio fue reconvertido en un importante balneario. Hoy en día podemos visitar la mayoría de las ermitas que, aunque se encuentran muy degradadas por el paso del tiempo, aun conservan gran parte de la espiritualidad y el encanto.